Dobladillo con puntada plana: mantenga el borde de la cesta impecable y suave.
El dobladillo es el toque final de una cesta tejida y afecta directamente a su estética general. Tome una cuerda de cáñamo de 60 cm de largo y deje un extremo de 3 cm alrededor del borde de la canasta. Utilice tijeras para enhebrar el extremo desde adentro hacia afuera y asegurarlo. A continuación, trabajar de derecha a izquierda, enrollar la cuerda alrededor de los hilos de urdimbre (longitudinales) en el borde de la cesta y hacer un medio nudo. Apriete el nudo con cada vuelta para asegurar un ajuste perfecto.
La clave es “presionar repetidamente”: para la segunda vuelta, pase el extremo de la cuerda por debajo del nudo de la primera, creando un patrón escalonado. Luego de completar la última vuelta, pasa el extremo de la cuerda desde adentro, haz un nudo con el extremo original, recorta el exceso y asegúralo con pegamento. Esto crea un borde de dobladillo suave y nítido que no se enganchará en la ropa al guardar frutas u otros artículos.
Asas reforzadas: el secreto para duplicar la capacidad de peso
Las asas son el "punto de carga" de la cesta de almacenamiento, por lo que el refuerzo debe comenzar durante el proceso de tejido. Elija dos cuerdas de cáñamo más gruesas (de aproximadamente 5 mm de diámetro) como cordones del asa principal, dejando una longitud de 30 cm en cada lado de la cesta. Cuando hayas alcanzado la mitad de la altura de la canasta, cruza las cuerdas principales con los hilos de urdimbre de la canasta, haciendo un nudo después de cada tres vueltas para asegurar que las cuerdas principales estén integradas con la canasta.
Añade un giro extra al centro del mango: dobla las dos cuerdas principales por la mitad y envuelve una cuerda de cáñamo fina alrededor del punto medio cinco veces para crear un nudo antideslizante. Por último, utiliza aguja e hilo para coser los extremos de las asas al borde de la cesta y haz un nudo, manteniendo las puntadas a 1 cm. Este mango reforzado puede levantar fácilmente hasta 5 kg y puede usarse para transportar artículos pesados como detergente para ropa, arroz y harina sin riesgo de rotura.
El producto terminado tiene un uso versátil: almacenamiento versátil.
La cesta de cuerda de cáñamo elaborada con este método se puede utilizar en la cocina para guardar espátulas y paños de cocina, ya que la cuerda de cáñamo natural es transpirable y resistente a la humedad. También se puede utilizar en la sala de estar para guardar controles remotos y cables de carga, organizando instantáneamente los elementos desordenados. También se puede utilizar en el balcón para exhibir suculentas en macetas, donde la cuerda de cáñamo y la vegetación se complementan maravillosamente.
La calidez de la artesanía se esconde en los detalles: las líneas finas del dobladillo cosido a mano y los nudos resistentes en las asas hacen que esta cesta de almacenamiento sea más que una simple herramienta; es una expresión de su estilo de vida. Intenta hacer los tuyos propios y descubrirás que los objetos hechos a mano siempre aportan sensación de seguridad y amor.
Tus necesidades que hacemos, tu voz que escuchamos, para tejer tu belleza.