Esta bandeja redonda de ratán, que llamó la atención del cliente a primera vista, refleja la máxima búsqueda del diseñador por los detalles. Tejido a mano con ratán natural cuidadosamente seleccionado, cuenta con un tono ámbar blanqueado por el sol y cada grano refleja la vitalidad del crecimiento de la vid. Los mangos de madera de haya con incrustaciones en ambos lados han pasado por múltiples procesos de pulido y se sienten tan suaves como el jade. No solo conservan la textura original de la madera, sino que también garantizan comodidad y estabilidad durante el transporte. Lo más llamativo es la incrustación de concha en la base de la bandeja. El artesano cortó ostras perleras en fragmentos geométricos, creando un patrón simétrico en blanco y verde. Bajo la luz, el patrón refleja un brillo sutil, que recuerda las ondas del océano. Este diseño retro pero dinámico complementa perfectamente la decoración "retro-lujo" del hotel del cliente.
Durante la colaboración, el cliente británico enfatizó la necesidad de que la bandeja fuera tanto práctica como exhibicionista: necesitaba contener fruta, bocadillos y otros artículos y, al mismo tiempo, servir como una obra de arte decorativa en la mesa de café de la habitación de invitados. El equipo de productos de Basketgem recuperó inmediatamente los dibujos de diseño originales y optimizó los detalles para el escenario de uso real del hotel. Aumentaron la densidad del tejido de ratán en un 15% para aumentar su capacidad de carga y agregaron clavos de cobre invisibles para reforzar la conexión entre el mango y la bandeja para evitar que se afloje incluso con un uso frecuente. Estas mejoras prácticas, basadas en la experiencia del mundo real, deleitaron a los clientes al recibir las muestras: "Se siente aún más refinado que en las imágenes". Incluso las costuras del mosaico de conchas parecen haber crecido de forma natural".
Después de confirmar el pedido, el equipo del almacén completó la inspección de calidad y el embalaje de 100 pallets en solo 48 horas. Cada palé se envolvió individualmente en un paño de algodón suave antes de colocarlo en una caja de madera a prueba de humedad hecha a medida y rellena con una capa de amortiguación de cáscara de arroz natural. Esta técnica de embalaje, heredada de los artesanos tradicionales, no sólo protege de golpes y desgaste durante el transporte sino que también refleja las cualidades naturales del producto. A medida que el contenedor salía lentamente del puerto, estas paletas de ratán, encarnaciones de la artesanía oriental, navegaron hacia Inglaterra, llevando el aroma de la brisa marina.
"Necesitamos más que un simple contenedor para fruta; necesitamos algo que cuente una historia", comentó un cliente en un correo electrónico. Para Basketgem, cada producto es un medio cultural: la dureza del ratán encarna la filosofía oriental, el brillo de las conchas transporta recuerdos del océano y la calidez de la madera transmite la calidez de la artesanía. Esta colaboración con un hotel británico demuestra una vez más que el buen diseño puede trascender las fronteras geográficas y transformar los objetos en comunicadores silenciosos. En el futuro, Basketgem seguirá encontrando inspiración en la intersección de materiales naturales y diseño moderno, llevando más piezas de ratán impregnadas de estética oriental a todos los rincones del mundo.
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